www.diariojaen.es 24/09/2016
La sequía arruga el fruto, mientras que el “oro líquido” se paga bien
“Creo que la mayoría de los olivareros que trabaja con el verdeo dejará la aceituna en el árbol. No merece la pena porque todas fincas de secano están muy mal. Casi no ha llovido. En verdad, estamos a la espera de lo que ocurra con la meteorología. Si llueve pronto, algunos cambiarán de opinión y recogerán el fruto para venderlo a las entamadoras. No obstante, muchos ya sopesan una y otra opción porque el aceite de oliva cuenta con un precio bueno que cubre los costes de producción de los agricultores. De ahí que muchos, tal vez, ni se arriesguen y lo que iba a ser aceituna de mesa se convierta en aceite de oliva. Cuanto más tarde en llover, menos verdeo habrá”, manifiesta Miguel Cobos, secretario de la Unión de Pequeños Agricultores de Andalucía (UPA).
Precisamente, esta organización agraria indica que el fruto se encuentra sano y libres de enfermedades y plagas, pero con escaso tamaño y un acusado estrés hídrico en general, sobre todo en los secanos, en los riegos deficitarios y en las parcelas de mayor carga, donde también se percibe un retraso en la maduración, que está ralentizando el inicio de recolección de las distintas variedades.
La escasa y fugaz precipitación ha sido mínima y ha favorecido a las comarcas más occidentales, principales, productoras de las variedades manzanilla, gordal y carrasqueña, al contrario que en el resto de las zonas donde su influencia fue inapreciable y no ha sido suficiente para evitar el que el olivar traslade al fruto la dureza de la sequía.
UPA indica que la falta de precipitaciones acumuladas durante el año agrícola en las zonas productoras provoca un acusado estrés hídrico en la arboleda, con el consiguiente agotamiento y disminución del calibre de los frutos que, dependiendo de la carga del árbol, merma la producción potencial de aceitunas que sirven para el verdeo.
Queda por ver cuál será el impacto de la incorporación de estos frutos a las previsiones de la campaña de aceite de oliva. A priori, no debe afectar, ya que el ritmo de venta se mantiene en unos parámetros muy buenos y los excedentes del año anterior son casi inexistentes. Casi no queda “oro líquido” en las fábricas, por lo que la aportación del verdeo, incluso, puede favorecer la transición entre una cosecha y la otra, ya que son variedades que, generalmente, madura antes que el fruto picual que se recoge en la provincia.
El tercer aforo deja claro que hay tres variedades principales (gordal, cacereña y carrasqueña) en las que la arboleda y los frutos soportan mejor el seco verano y sus producciones son altamente verdeables. Por el contrario, la manzanilla y la hojiblanca, con suficiente fruto en campo, junto con las principales variedades secundarias, continúan disminuyendo paulatinamente sus producciones verdeables a causa de la adversa meteorología que padece.
www.diariojaen.es 24/09/2016